
En varias entradas os he hablado de vestir la casa de manera idónea para cada estación o bien para conferir a la estancia un estilo determinado, un ambiente único. En algunas ocasiones, como cuando os di consejos sobre cojines, he ahondado un poco en los tejidos, pero para que tengáis los tejidos, hilos y texturas más comunes usados para vestir la casa, hoy he decidido escribir una entrada sobre exclusivamente sobre ellos para que conozcáis sus características generales.
Luego, claro está, deberás escoger el color y el estampado que combinen con el estilo de la estancia que quieres decorar. En general, las telas estampadas crean un centro de atención por lo que se recomienda utilizar los estampados llamativos y grandes para superficies grandes y los pequeños para complementos pequeños. Otra de las claves es combinarlas con telas lisas, ya que con otras estampadas puede quedar chocante.
Clasificación genérica
La materia prima para tejer puede ser de origen vegetal (lino, algodón), animal (lana, seda) o sintéticos (poliéster). En la actualidad hay una gran variedad de tejidos producto de investigaciones que no sólo crean nuevos materiales, sino que combinan los naturales con los sintéticos de manera que cada tejido tiene unas características determinadas dependiendo no solo de las fibras mezcladas, sino de la proporción de cada una empleada en la mezcla. Lo bueno que tienen las fibras sintéticas, generalmente, es que suelen ser más fáciles de cuidar, más resistentes, con mejor acabado y más económicas a corto plazo. Aunque a la larga mejores las naturales ya que tienen una gran duración, el tacto es natural y, sobre todo, porque salvo excepciones, no generan alergias.Cómo elegir una tela
A la hora de elegir una tela para vestir tu casa debes decantarte por las cualidades que ofrezca de textura, resistencia, peso, durabilidad, flexibilidad, grosor, caída, calidad, transpirabilidad; si encoge, destiñe, aguanta o no lavadora; además de si es hipoalergénica y resistente a los ácaros, hongos o moho. El peso de una tela, su textura, grosor, opacidad, ligereza serán determinantes no sólo para crear un ambiente determinado sino para un elemento concreto de la casa. Las pesadas tienen la ventaja de la robustez, la solidez, por lo que son indicadas para estaciones frías, estancias a las que se les quiere conferir calidez y ropa de hogar como tapicerías, cortinas y fundas. Las ligeras son vaporosas, translúcidas, confieren a una estancia luminosidad, frescor, siendo más indicadas para estaciones cálidas y ropa de hogar como visillos y ropa de cama.