El cristal en las cocinas es uno de los elementos con los que más se juega para conseguir sensación
de luz y de limpieza. Pero si tu cocina no es de esas que se instalan solo como elemento decorativo, sino que la utilizas a diario, seguro que te lo piensas dos veces antes de utilizar vidrio para sus muebles o decoraciones.
Sin embargo, con el
vidrio templado, o vidrio de seguridad, puedes dejar atrás tus temores. Se trata de un cristal altamente resistente, que soporta muy bien los golpes que se pueden producir por el uso diario. Pero en caso de que rompa lo hace transformándose en diminutos pedacitos de vidrio redondeado con los que no es probable cortarse y nunca en afilados trozos de cristal, tan peligrosos para nosotros y sobre todo para los niños.
Para muebles y estanterías
Uno de los usos más habituales del vidrio templado en la cocina es para muebles y estanterías. Las
mesas de vidrio, tanto transparentes como de color están de moda y aportan mucha frescura a la estancia. Los estantes de este material son muy decorativos y no quedan tan recargados como los de madera u otros materiales.
Son especialmente recomendables para los vasos y las copas, haciendo que toda la cristalería luzca mejor. Se pueden poner en el
interior de una alacena o como estantes individuales sueltos.
También es un material utilizado para las encimeras, aunque no es demasiado recomendable para las de gran tamaño debido a que a pesar de su resistencia, no es tan efectivo como el
mármol o la formica.
Como material de construcción
El vidrio templado se puede utilizar además como parte de la construcción de la cocina. Es un material muy apropiado para
separar ambientes, ya que deja pasar la luz pero puede ser de diferentes colores, adaptado a la decoración de las habitaciones que se quieran dividir.
Resulta especialmente útil para crear
diferentes rincones en la cocina, por ejemplo un pequeño office que quede recogido. También se utiliza a menudo en las puertas, ya sean las normales o las de corredera que dan acceso a tendederos o terrazas, proporcionando intimidad a la cocina pero sin dar sensación de cerrado.
El
vidrio templado ya se encuentra en la mayoría de las cocinas en las puertas de hornos, microondas o en la superficie de las vitrocerámicas. En las casas también es muy habitual encontrarlo en los cuartos de baño, ya que junto con el metacrilato, es muy utilizado para las mamparas de baño.