El minimalismo es una corriente estética cuyo origen está ligado a la música, pero que influyó fuertemente al interiorismo y a la arquitectura.
Surge sobre los años 60 en EE.UU. en contraposición al cromatismo del pop-art y constituye un estilo en el predominan los espacios amplios y los tonos suaves.
Wollheim fue el primero que utilizó este término, aunque la frase “menos es más” de Mies van der Rohe, fue realmente la que lo popularizó.
El término minimalista se refiere a cualquier cosa que haya sido reducida a lo esencial, quitando todo elemento sobrante.
En decoración, el minimalismo huye de la ornamentación y busca el espacio, la luz y la sencillez utilizando muebles funcionales y manteniendo líneas rectas.
Si eres una persona sobria y ordenada, éste es sin duda tu estilo.
En el interior de mi casa, prevalece la pureza debido a la gran cantidad de espacios y no existen demasiados elementos de ornamentación que perturben la visión.
El color es muy importante, sobre todo predominan el blanco y negro en contraste.
Los suelos de madera, paredes y techos guardan la monocromía absoluto de este estilo. El blanco sirve para dar luminosidad y el negro lo aportan algunos elementos ornamentales.
Otra de las partes importantes es la coordinación textil. Las cortinas, cojines y tapizados son austeros y lisos, no existen estampados.
Las habitaciones de la casa despiertan frescura y no son aburridas, al contrario emiten diversos significados y nos invitan a la relajación.
Se trata de una casa con diseño contemporáneo, en la que ganas en comodidad. Esto se debe a que gracias a la eliminación de objetos decorativos y muebles innecesarios, es mucho más fácil la limpieza y no tienes sensación de agobio.
El mobiliario minimalista de mi casa es muy sencillo, funcional, recto y liso.
También para aportar un toque de mi personalidad, he añadido a los tonos blancos y negros, el color verde pistacho en cojines y algunos elementos decorativos.
Este contraste es muy favorecedor porque despierta energía positiva y, a la vez, le da un toque alegre y divertido, reflejo de mi personalidad.
Otro toque que a mí personalmente me gusta mucho es la decoración oriental. El empleo de plantas orientales y grandes cristaleras, transmiten paz y tranquilidad.
Incluso en algunas paredes blancas he dibujado símbolos orientales en negro muy sencillos y que enfatizan el tono ecléctico que también busco en la decoración de mi casa.
En general, mi casa es minimalista pero tiene varios detalles que intentan unir y conciliar estilos orientales, para convertirse en un lugar agradable y satisfactorio. Porque al fin y al cabo, tu casa eres tú.