Muy bien. Has decidido encargarte tú mismo de la decoración de tu casa. Nada que objetar, salvo que si no te dejas guiar por profesionales puedes acabar viviendo en un adefesio multicolor inhabitable. Pero eres consciente de ese riesgo y lo asumes. Allá tú.
En todo caso, y contra los intereses de unos profesionales a los que deberías recurrir, al menos como consejeros, te vamos a dar una serie de consejos, de acciones que deberías evitar si no quieres vivir en un atentado contra el buen gusto. He aquí los siete pecados capitales de la decoración de interiores:
1.- No probar el color de las pinturas en el lugar en el que va a ir. Piensa que tú ves la muestra en un catálogo, con un fondo equis y unas determinadas condiciones de luz, que no tienen por qué coincidir con las de la pared que vas a pintar, en un lugar y con una luz determinadas.
2.- Elegir sofás y sillones que llenen, por sí solos, todo el espacio. Es preferible elegir otro tipo de piezas, que den más juego y permitan “respirar” un poco a la estancia.
3.- El tercero de estos pecados capitales nos lleva a caer en la monotonía. Se refiere a usar todos los muebles del mismo set. Siempre quedará mucho más natural, más “vivo”, mezclar diferentes estilos.
4.- Otro error se refiere a comprar muchos muebles el mismo día. No es malo de por sí irse de compras por tiendas del sector, pero es fácil que celo nos lleve a tener una casa demasiado homogénea, como si estuviéramos en un hotel. Lo ideal es dejar que las piezas que van llegando al hogar se vayan asentado en su sitio y se acompañen de complementos comprados en distintos lugares y fechas.
5.- ¿Por qué hay que disponer los muebles de una forma convencional? ¡Sorprende con el orden y con la colocación de los elementos funcionales y decorativos de tu casa!
6.- El sexto jinete del Apocalipsis del buen gusto cabalga a lomos de la monotonía: ¿Qué es eso de replicar espacios homogéneos? Mezcla piezas e introduce nuevos elementos que rompan con el aburrimiento mezclando texturas, estilos y colores.
7.- El último, que no más pequeño, de los errores se refiere, de nuevo, a la pintura: ¿Por qué has de pintar los suelos y los techos de los predecibles colores “de siempre”?
Sorprende y juega siempre con lo inesperado, con el contraste y la sorpresa.