Sofás: comprar uno nuevo o tapizar el antiguo

Enviado por Interdigital el Mié, 27/03/2019 - 12:49
Nos encanta nuestro viejo sofá, hemos pasado ratos geniales en él, pero lo cierto es que ya no vale para ver. La tela está gastada y no vale con cubrir las zonas más raídas con un fular o un cojín ya que también la espuma del relleno ha sufrido daños. Pero es un buen sofá y nos da pena deshacernos de él. ¿Es una buena idea tapizar el sofá? Lo cierto es que puede serlo pero solo para casos muy concretos, porque no se trata de algo barato, aún escogiendo una tela sencilla. El tapizado es un trabajo artesanal y como suele suceder en este tipo de cosas, cuesta una cantidad de dinero considerable. Un tapicero económico, usando una tela básica, puede cobrar por un sofá de tres plazas unos cuatrocientos euros. A partir de ahí todo es posible, ya que si quieres una tela de un poco más de calidad tendrás que pagarla. Por supuesto, si eres muy manitas y el sofá tiene formas básicas, puedes intentar hacerlo tu mismo, pero la tela, la espuma y el material no serán baratos.

Sofás que vale la pena tapizar

- Un sofá con armazón de madera noble. Un sofá de una gran calidad puede justificar el gasto que supone tapizarlo, ya que comprar un mueble de esas características nuevo resultará muy caro. Si en tu salón tienes muebles muy buenos y sobre todo con el mismo tipo de madera, meter un sofá que no esté a la altura puede romper la harmonía del sitio. Estaría muy justificado tapizar el sofá. - Un sofá que tenga un gran valor por ser una antigüedad. En este caso es muy importante escoger a un tapicero de calidad, que no dañe la pieza haciendo que esta pierda valor. Debe de ser tapizada conforme a su época y estilo. - Una herencia familiar de gran valor sentimental. Igual no es caro, ni siquiera es muy bonito, pero cada vez que lo ves te acuerdas de momentos inolvidables o de un familiar muy querido. El valor sentimental no se puede medir y solo tú puedes decidir si vale o no vale un tapizado. - Un sofá de una sala de juegos de niños. Justo en el otro extremo, un sofá de este tipo, pequeño y maltratado, puede ser el conejillo de indias ideal para poner a prueba nuestras dotes realizando un tapizado de emergencia sencillo y barato.