Son muchas las comunidades de propietarios que se plantean instalar un ascensor si viven en un edificio, tal vez antiguo, que no cuenta con él. Las ventajas son evidentes: una mayor comodidad, facilitar la movilidad de personas que puedan tener dificultades al subir y bajar escaleras y también una revalorización económica inmediata de cada una de las viviendas.
Poner ascensor es una inversión que requiere un buen asesoramiento previo. Son muchos los aspectos técnicos y de seguridad que hay que tener en cuenta para emprender con éxito una obra de estas características. Sólo una empresa especializada en instalación de ascensores podrá determinar, tras un estudio a priori, cuál es el elevador apropiado para un determinado edificio.
Antes de tomar la decisión, entre los aspectos a tener en cuenta hay que destacar:
- Tamaño y tipo de espacio disponible. No es lo mismo instalar un ascensor en un patio interior, en el hueco de la escalera o incluso en la fachada del edificio. Tal vez los vecinos prefieran una de estas opciones pero siempre habrá que hacer un estudio previo de viabilidad.
- Sistema de funcionamiento. Dependiendo del recorrido y número de paradas que vaya a realizar la cabina o del posible peso que tenga que soportar, será recomendable un sistema u otro. Hidráulico, por pistones o poleas, eléctricos o los innovadores ascensores ecológicos, pensados para ahorrar el máximo en el consumo eléctrico, son sólo algunas de las posibilidades actuales.
- Cuarto de máquinas. Es otro de los detalles a tener en cuenta porque hay ascensores que requieren espacio extra para albergar su complejo mecanismo mientras que otros prácticamente llevan integrado su sistema de funcionamiento en la propia cabina y no requieren una estancia aparte para la maquinaria.
El futuro ascensor va a ser un elemento más del edificio y va a formar parte de esa primera impresión que reciba todo aquel que entre en el portal. Por eso, su seguridad y eficiencia son aspectos fundamentales, pero su diseño también importa. El ascensor no debe “desentonar” sino integrarse perfectamente en el estilo de la entrada y del edificio en conjunto. Tienes cabinas para todos los gustos, desde las más modernas en las que predominan materiales como el acero inoxidable en distintas tonalidades y acabados, hasta las que imitan antiguos ascensores, con paneles de madera y una cuidada y tenue iluminación.
A la hora de elegir el vuestro, lo mejor es fijarse también en los pequeños detalles: espejos que aumenten la sensación de amplitud, que aporten seguridad y vayan acorde con el conjunto, luces cálidas que iluminen sin resultar agresivas, o una botonera que reúna la última tecnología con un diseño elegante.
Estas son sólo algunas ideas para que el ascensor resulte tan seguro como agradable y, ¿por qué no?, estético.