Quizás te hayan obligado a practicar el punto de cruz cuando eras pequeña y tengas asociado el recuerdo a aquellos manteles interminables que luego jamás se usaban, con sus correspondientes servilletas. O a las fundas de cojín de tu abuela, con sus horribles tonos amarillentos y sus dibujos siempre iguales.
Incluso los cuadros de punto de cruz parecían ser todos rancios, inspirados en cuadros de toque clásico que además de muy difíciles y con cientos de colores no ves como el mejor complemento para una casa actual.
Sin embargo el punto de cruz también ha cambiado y sus diseños son ahora mucho más modernos y adaptados a las casas de hoy en día. Te presento alternativas que seguro que encontrarás de lo más apetecibles e invitadoras para volver a coger la aguja.