Cada día es más frecuente que muchas personas decidan hacer las tareas de mantenimiento de su hogar e incluso que se animen a realizar tareas de mayor envergadura, como pueden ser ampliaciones de la vivienda, armarios, instalaciones, cambios de carpintería, suelos, pintura…
Algunos lo hacen por pura afición, otros por economía o la dificultad de encontrar profesionales dispuestos a acometer pequeñas reformas en los tiempos que se solicitan y, en la mayoría de los casos, por una combinación de los motivos anteriores.
Además, el auge de las viviendas unifamiliares ha propiciado que mucha gente disponga de más espacio, no solo para redistribuir, decorar, ampliar o, en muchos casos, darle el acabado final, sino de disponer de un taller organizado y equipado que facilite el poder acometer por uno mismo numerosos trabajos.
Configuración del Taller
En el momento de emprender cualquier reforma en tu hogar es importante que cuentes con la herramienta adecuada para cada actividad y, antes que nada, debes tener en cuenta cómo organizarla, mantenerla en perfecto estado y funcionamiento y tenerla siempre disponible.
Dependiendo de las características de la casa podemos organizar nuestra herramienta, desde en un simple armario, a una habitación destinada a este tipo de trabajos, pasando por el garaje o un cobertizo. Sin embargo, siempre habrá un elemento común a todo tipo de viviendas y espacio y es contar con una buena caja de herramientas.
La caja de herramientas
Es un elemento indispensable dentro de los suministros industriales, ya que en ella organizaremos toda la herramienta de mano de uso más frecuente, así como distintos materiales de uso habitual, como tirafondos, materiales eléctricos, clavos…
Conviene que sea lo suficientemente amplia para poder llevar fácilmente toda la herramienta que se necesita en operaciones habituales, pero que tampoco sea muy pesada o aparatosa.
Modelos
Existen diferentes tipos, pero los más recomendables son las metálicas ya que son más duraderas, cómodas y manejables, resisten bien los golpes y su diseño permite alojar cómodamente gran diversidad de útiles.
¿Qué debe llevar?
Hay una serie de cosas que nunca han de faltar en la caja de herramientas, ya que son útiles de absoluta necesidad y han de estar optimizados para poder llevar todo en el mínimo espacio.
- Alicate, uno normal nos valdrá para la mayoría de las cosas, desde pelar y cortar cables a aflojar o apretar una tuerca, sujetar, etc.
- Atornillador, preferiblemente un multipuntas que incluya estrella, plano y Allen en diversos tamaños, si es compacto con todo incluido, mucho mejor.
- Un martillo mediano.
- Tijeras.
- Cúter.
- Una llave inglesa mediana o pequeña.
- Una llave de carraca pequeña con las bocas más habituales (8/9,10/11, 12/13).
- Además, procuraremos llevar los siguientes materiales siempre.
- Cinta aislante
- Cinta americana
- Tirafondos de dos o tres tamaños
- Clavos y puntas
- Adhesivo rápido
- Gafas de protección y guantes de trabajo
- Tiritas o esparadrapo y desinfectante.
Si además complementamos todo esto con una herramienta de bolsillo multifunción, podremos salir de cualquier apuro, pero no estaremos preparados más que para realizar algunos pequeños arreglos de emergencia. De cualquier manera, tendremos que ir completando nuestra herramienta y taller con diversas herramientas, según las necesidades y las obras que acometemos, de una forma progresiva y atendiendo preferiblemente a la calidad, pues una buena herramienta nos durará toda la vida. Según el trabajo que vayamos a hacer podremos seleccionar la herramienta y materiales más adecuados para llevar en nuestra caja.
Cuadro y armarios de herramientas
Como hemos dicho anteriormente, lo más importante de la herramienta es que siempre esté organizada, a mano y en perfecto estado de uso. A lo largo del tiempo y en cada reforma u obra que vayamos haciendo, iremos adquiriendo herramienta específica y genérica.
Organizar la herramienta de mano en un panel de pared es algo muy práctico y siempre encontraremos un lugar para poder ponerlo, ya que existen de todos los tamaños. Una terraza, un fondo de armario o cualquier rincón, nos servirá para tener nuestra herramienta organizada.
Si además contamos con un armario de cajones podremos tener organizado el material perfectamente. Clavos, tornillos, regletas de unión eléctrica, latiguillos de fontanería, brochas…
Las herramientas para reforma
Hasta aquí hemos visto un tipo de herramienta de mano básica para primeras necesidades a las que podemos añadir la diversidad que deseemos o las propias de distintos oficios, como llaves de grifa para fontanería o pelacables para electricidad.
Pero las reformas a menudo requieren de herramientas eléctricas y neumáticas (ver aquí) que iremos incorporando a nuestro taller según vayamos acometiendo cada obra.
Algunas que no pueden faltar
- Un buen taladro: Es la primera herramienta eléctrica que debemos incorporar. Conviene que, además de bueno, pueda servir de atornillador, es decir, que sea reversible y se pueda graduar la potencia y que incorpore la función de martillo o impacto. Aquí será preferible pasarnos un poco de potencia a quedarnos cortos.
- Accesorios para el taladro: Una buena máquina nos permitirá ir incorporando brocas y accesorios de diverso tipo, desde coronas de corte circular a pulidoras, pasando por cabezas lijadoras y casi todo tipo de complementos.
- Un compresor pequeño: Aunque pueda parecer algo muy sofisticado, un compresor eléctrico nos permitirá muchísimas utilidades, desde su uso en decoración como aerógrafo, pintura con pistola y la posibilidad de usar herramientas neumáticas, además de sus utilidades para inflado de ruedas e hinchables, limpieza y multitud de tareas domésticas.