Yo de mayor quiero esto…

Enviado por Interdigital el Sáb, 05/05/2018 - 20:55
Un estanque con peces, con muchos peces, y ranas y dinosaur… bueno tal vez con peces ya estaría bien. Un estanque en tu jardín y unos bancos alrededor para sentarte a tomar algo y a leer, mientras los peces chapotean en el agua. No es tan caro, de hecho en el programa de Bricomanía enseñaban a hacer uno por cuatro duros, así que ya sabes. Una sala de cine con una pantalla gigante y un proyector de alta definición. Imagina poseer una habitación que sustituya completamente a las salas públicas. No solo eso, sería mejor, porque la posibilidad de que algún molesto espectador de metro noventa, o un niño (de esos que dan patadas en la espalda) se plante en frente de ti se reduce a cero. Incluye una pequeña máquina de palomitas de mantequilla y solamente te quedaría un último paso: Darme tu dirección para visitarte y hacerte con un arma por si llegase el momento de tener que echarme a la fuerza (puede pasar). Aquí sí estaríamos hablando de un precio más caro, sin posibilidades de que Bricomanía nos lo reduzca. tumblr_m9ygvdLzVQ1qh2pfto1_500

¡Y esto también, y esto otro… Y aquello de allí!

Una bodega y una barra de bar. Una pequeña sala donde reunir a tus amigos y montar fiestas íntimas (o salvajes, lo que se prefiera) sin salir de casa. Una vez reunidos, dirígete a tu bodega y selecciona uno de tus mejores vinos. Da una lección de viticultura a tus invitados y queda como un sibarita. Atención, el límite entre ser un sibarita y un pedante es finísimo, que lo sepas. Una piscina, no solo eso, una piscina con una barbacoa y cuyos bordes de cristal transparente limiten con el precipicio que da justo al mar. Pero si no, una piscina a secas está muy bien. Y no es tan cara, ahora muchas personas pueden tenerla si lo desean. Lo que puede que sea de alto standing es que alguien la limpie por ti. Cuantas cosas se desean cuando se es joven… y que pocas se hacen realidad. “¡En mi casa yo tendré esto, y esto otro!”, para acabar en un piso (que encima te habrá costado un ojo de la cara). Pero aún así, si este no es tu caso, si realmente tienes todo esto (o más), pues qué quieres que te diga, soy un envidioso y te odio un poco.