¿Quieres dar un toque distinto a tu hogar sin que ello suponga un gran desembolso económico? Pues la solución es fácil: plantéate un
cambio de complementos.
Entre los tipos de complementos a los que puedes prestar especial atención están los cojines, esenciales para la decoración de la casa y… muy
prácticos y cariñosos cuando necesitamos de ellos.
Pequeños, grandes, de formas redondeadas o rectangulares, con diversas texturas, los cojines son hoy en día
indispensables en cualquier tipo de ambiente, ya sea clásico, funcional, informal, rústico, etc. Así que ¡anímate!; si eres una persona creativa y mañosa, incluso los puedes confeccionar tú misma.
Ante todo, deben estar en consonancia con el ambiente de la habitación.
Al contrario que el tapizado de las sillas o de los sofás, para confeccionar un cojín se puede emplear
cualquier tipo de tela. Eso sí, para elegir una tela adecuada es importante que mantenga una cierta armonía con el ambiente de la habitación.
El color y la textura de los cojines puede ser una continuación del tono cromático de la estancia donde se vayan a colocar o, por el contrario, se pueden utilizar para
romper la monotonía.
Utilízalos como unión entre las distintas telas de la estancia.
En espacios amplios y diáfanos con tonos monocromos, los cojines te aportarán una nota de color, textura y, por qué no,
alegría. En cambio, si el espacio es más reducido y ya hay exceso de texturas, lo mejor es que te decidas por telas lisas para equilibrar.
Además, son muy útiles como
nexo de unión entre telas de distintas tonalidades o estampados. De esta manera, un cojín puede combinar con la tela de la cortina, al mismo tiempo que otro puede hacer juego con la tapicería del sofá.
Cojines de múltiples formas y tamaños.
Los cuadrados son los más comunes y brindan
elegancia y comodidad. Los puedes colocar en hilera sobre un sofá o cama, de forma que ofrezcan contraste cromático y hagan más atractivos los muebles sencillos.
Los cojines redondos puedes mezclarlos con otros de formas diferentes y de líneas rectas. Los cilíndricos son útiles como forma de apoyo para otros cojines, y pueden
sustituir a los almohadones de la cama si son largos y delgados.
Por último, aunque prime la estética y la decoración, no olvides la
importancia del relleno. Un cojín puede ser muy bonito y decorativo, pero también tiene que ser práctico y cómodo. El relleno puede ser natural, ya sea de plumas o de fibras, o sintético. La ventaja de los naturales es que duran más, mientras que los sintéticos son lavables e hipoalergénicos, aunque con el tiempo tienden a perder la forma.