No sólo vivimos en casa. Y, para bien o para mal, muchos han de vivir ocho horas –o más- fuera de ella, trabajando. De hecho, los profesionales de los que hoy hablamos suelen pasarse incluso el doble… Y todo por sacarse un jornal casi siempre, exiguo. Por eso mismo, porque los hosteleros se merecen un recuerdo, este artículo nos saca de casa y nos lleva al bar. A tu bar, si te dedicas al ramo.
Hay ocasiones en las que se hace necesario
renovar un poco un local, pero queremos invertir lo menos posible en esto. Una forma de ahorrar dinero es renovando tan solo los tableros, manteniendo la estructura de la mesa si esta está todavía en buenas condiciones. El tablero es lo que más sufre el uso diario, por lo que lógicamente, aunque se utilicen materiales resistentes, será lo que primero tendrá que cambiarse.
Otras veces, simplemente se trata de darle un aire nuevo al establecimiento aprovechando en parte el viejo mobiliario. Unas mesas con un tablero muy serio pueden cambiar totalmente de aspecto si se les coloca uno de colores alegres y luminosos.
Un nombre difícil que facilita la renovación del local: Werzalit
Los mejores tableros son los de Werzalit, muy resistentes y con diseños tan variados que es fácil escoger uno que encaje con la idea previa que tenemos, sin más dificultades. Como las medidas de las mesas suelen ser estándar, no hay problema para
realizar los cambios que se necesiten de una manera rápida y eficaz y tan fácilmente que podría hacerlo uno mismo si lo desea.
Por todo esto, se trata de una solución barata y muy eficaz para
cambios de imagen y renovación de locales. Como además el Werzalit aguanta el tráfico de gente, los golpes y los productos abrasivos de limpieza, tenemos tableros para muchos años, amortizando rápido la inversión realizada. No, no recibimos ninguna comisión, pero una buena idea es una buena idea.
Colores para todos los gustos y ambientes
Los tableros para las mesas pueden ser en diversos tonos de rattan, una opción ideal para exteriores, ya que imita la calidez y belleza de las fibras naturales pero con un material mucho más resistente. En madera, existen diversos modelos que imitan a la perfección el pino, el haya, el roble o el nogal. Tampoco faltan los colores más alegres y desenfadados, como los rojos vivos, los colores naranjas y los modernos pistachos.