El salón es uno de los
puntos focales de toda casa. En ellos pasamos mucho tiempo de ocio y también es el lugar donde recibimos las visitas. Por eso, crear un ambiente propicio que favorezca el relax y la camaradería es un factor importante.
Uno de los estilos de decoración que más favorece un
ambiente cálido y relajante son los muebles y detalles rústicos. Este tipo de ambiente evoca una sensación de hogar, de familia, de estar a gusto y relajado.
No quiero decir que se decore todo el salón de este estilo, sino que se
combinen elementos realizados con cordel o mimbre y muebles en madera o imitando a la textura de la cestería.
Modernizando lo rústico
Son muchos los diseñadores de sillas y sillones modernos que han optado por dar a sus creaciones un acabado que
recuerda a las sillas de paja o al enrejado de los antiguos butacones de jardín.
Además, se pueden encontrar en unos
elegantes tonos grises, marengos y ceniza que combinarán muy bien con cualquier otro tono del resto de mobiliario, dándole a la vez un aire de modernidad con un toque de la calidez de siempre.
Calidez en las luces y en el suelo
También se puede jugar con la iluminación para crear un tono cálido colocando alguna
lámpara realizada con mimbre o cordel, bien de sobremesa o de pie en un lateral. Aparte de las típicas pantallas cuadradas o redondas se pueden elegir alguno de los diseños más atrevidos en espiral, ondas o cónicas.
Decorar un espacio dándole intimidad hará que tanto la familia como las visitas se sientan a gusto en él. Colocar una
esterilla de mimbre o de pequeñas lamas de madera puede servir para delimitar el ambiente y dar mayor calidez al suelo.
Rústico o casa de labranza
Muchas personas
confunden lo rústico con la casa de nuestros abuelos o bisabuelos del pueblo y decoran las paredes colgando multitud de detalles de labranza o útiles antiguos. Eso está bien para una casa de campo y siempre que se quiera dedicar una habitación como museo.
Otra cosa que se debe evitar es decorar la pared con un montón de detalles. La profusión de decoración en las paredes no crea un buen ambiente, sino la
sensación de agobio y, además, no permite admirar adecuadamente la decoración ya que cada pequeño detalle le roba protagonismo al de al lado.