¿Cómo mantener mi casa limpia y ordenada? Y lo más difícil, que DURE

Enviado por Interdigital el Vie, 29/09/2017 - 14:30
Suele pasar que justo cuando conseguimos que nuestra casa luzca como esas de las revistas que tanto nos gustan y que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Con el uso del día a día, junto con la fatiga que tenemos debido a nuestro ritmo de vida. Finalmente pase de parecerse a la casa de la Presley a aquella película de los 80 “Esta casa es una ruina”. No nos engañemos, es difícil mantener una casa limpia y más aún ordenada. Algo que se incrementa a medida que crece el número de habitantes en ella. Antes de que te desgañites a chillar y recordarte a tu santa madre, te proponemos unos cuantos truquitos que pueden ayudarte de manera fácil a que el orden siga. Ya que todo es cuestión de sencillos hábitos.
  1. Ten orden. Aunque suene algo típico, lo mejor para que la casa no se te desmadre es siempre que cojas algo volver a dejarlo en su sitio. Ya que cuantos más objetos tengas descolocados más acumularas en un futuro. Trastos llaman a trastos.
  2. No acumules. Es importante no llenar la casa de objetos innecesarios. Por mucho que te guste un baúl si no tienes sitio no lo compres. Si lo deseas practica algo que es muy zen: “antes de dejar entrar, dejar salir”. Por lo que además de renovar, siempre tendrás sitio.
  3. Limpia con música. Muchas veces nos da una pereza enorme empezar con estas tareas de limpieza. Por eso una forma de animarte es esta. Seguramente esta tarea no te lleve más de un disco y puedes aprovechar para escuchar viejos o nuevos álbumes pendientes de tus artistas preferidos.
  4. Siempre sigue un orden. Es importante seguir un trayecto y orden cuando limpies. Así empieza por hacer la cama, barrer el cuarto, sacar ropa sucia. Ahora estas en la cocina, lava los cacharros. Así encadenado por toda la casa. Terminando antes de empezar con una nueva  habitación.
  5. Utiliza cortinas. Está demostrado que el uso de cortinas en las ventanas hace que entre mucho menos polvo y bichos.
  6. Deja los zapatos en la entrada. Con este gesto, muy común en otros países. Consigues que la suciedad de la calle no se propague por toda la casa. Por lo que esa típica arenilla y piedrecillas no ensuciara tu suelo nunca más.
Espero que estas ideas te sirvan de ayuda. Así que apaga el ordenador, remángate y ¡manos a la obra, que el tiempo es oro!