Seguro que la mayoría de las veces que se habla de diseño del hogar te desanimas pensando que nunca podrás tener una pieza de las que las revistas te hablan. Muebles realizados por diseñadores actuales o los que ya se consideran casi
piezas clásicas de diseño, como puede ser la butaca Barcelona, de Mies Van der Roher.
Pues no te desanimes, hoy te animo a descubrir la primera serie de
sillería industrializada en todo el mundo que ha conseguido que, casi dos siglos después, sus sillas y mecedoras estén en casi todas las casas y familias, de una forma tan cotidiana y asumida que han pasado desapercibidas para nosotros. Hablamos de la
casa inglesa Thonet, fundada en 1819.
¿Cómo reconocerlas?
La peculiaridad de este tipo de sillerías es que eran muebles
construidos en varias piezas. Lo que hacía que su
transporte y almacenamiento fuera más barato y
se montaran in situ al comprarlas. Esta forma de comerciar revoluciono a todo el mundo, ya que consiguió de esta forma que fuera una silla fabricada en serie y fuera de constes extra de montaje estuviera
al alcance de todos los bolsillos. Naciendo de esta forma el
diseño industrial.
Para reconocer una pieza thonet lo primero es reconocer su material, ya que todas las piezas eran
construidas en halla. Esto es porque es una de las maderas más fáciles de
combar con agua, lo que conseguía dar
formas curvas hasta entonces no comerciadas.
Todas las sillas y mecedoras están registradas bajo un número. Así por ejemplo la
silla más famosa es la nº 14 y las mecedoras la nº 19 y 20. Existen en Internet catálogos originales de la casa Thonet, donde puedes consultar.
¿Cómo insertar en una decoración actual?
En mi caso, encontré estas sillas en la antigua casa de mi abuela. Las reconocí de inmediato pues ya había estudiado sobre ellas. Lo primero que os recomiendo es
limpiarlas y, si procede, decaparlas, ya que antiguamente era común usar tintes y barnices que oscurecían la pieza, dándole un aspecto sucio.
Existen dos formas, en mi opinión, para restauran este tipo de sillas e incorporarlas a nuestra casa. Una es
decapándola y dejando la madera natural vista. Al ser el halla una madera clara iría muy bien en una decoración nórdica, que es caracterizada por sus tonos blancos y naturales de la madera.
Por otro lado, podéis aprovechar y
lacarlas conforme sea la decoración de vuestra casa. Lo más normal es hacerlo en blanco o negro. Pero si queréis darle una personalidad más atrevida a vuestra casa os recomiendo pintarlas en colores más vivos. Como la actual verde agua, ideal para cocinas. Amarillo, que combina a la perfección con mesas oscuras. O, mi favorito, el naranja, que queda muy vistoso con mesas de madera barnizada.