El
ikebana es el arte japonés de decorar con flores. Proviene de la tradición budista de hacer ofrendas florales a Buda, pero después ha pasado a ser una expresión del buen gusto por adornar cualquier rincón de la casa.
Este arte floral se basa en la sencillez, creando con los elementos que nos proporciona la naturaleza un
elemento decorativo armónico. Una de las cosas más importantes del ikebana es el diseño, basándose este en el color, la línea, las texturas y las formas que ofrecen los distintos elementos naturales utilizados.
Estos
arreglos florales pueden realizarse además con hojas, ramas, cereales, semillas o frutas, entre otras cosas. Por otro lado, el recipiente en el que se depositan forma parte también de la composición que se realiza y hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de ponerse con el ikebana.
Flores en tu casa
Lo mejor de esta forma de decoración es que puedes
realizarla tú misma y no requiere demasiado esfuerzo ni tiempo. Además, es un modo para cambiar la decoración de vez en cuando sin tener que gastar demasiado dinero y dando a los espacios de tu casa un aire distinto cada poco tiempo.
Hay distintos sitios y
escuelas donde puedes hacer cursos para aprender a realizar el ikebana, sin embargo, con un poco de imaginación y gusto no te será muy complicado realizar tus propias creaciones florales.
Algunas ideas
Lo ideal es usar las distintas opciones que nos da la naturaleza cada temporada. El coger tus propios materiales es una buena excusa para salir un poco al campo a pasear en
cada estación. Puedes usar hojas secas en otoño, flores en primavera, espigas en verano y ramas secas en invierno como base para tu ikebana.
Una idea interesante es que no uses un jarrón tradicional para hacerlo.
Cualquier recipiente puede ser un soporte ideal para el centro. De ese modo, puedes tomar una botella, vaso o taza para hacer tu decoración. Ten en cuenta que los recipientes de cristal darán un toque extra de elegancia a la composición, pero si quieres un toque rústico siempre puedes usar algún pequeño cubo de metal.
Para modernizar el resultado siempre puedes buscar
alternativas para colocar tu ikebana. En vez de dejarlo sobre una superficie puedes colgarlo del techo o realizarlo sobre un lienzo para convertirlo en una auténtica obra de arte. Tampoco hace falta que coloques los elementos en agua; puedes usar cualquier tipo de material desde monedas a piedras pasando por juguetes o gominolas.