Sofás: consejos a la hora de comprar un sofá

Nuestro viejo sofá está francamente acabado y no reúne ninguna de las características que hemos visto en el artículo dónde comentábamos razones que justifiquen el tapizarlo. Ha llegado la hora de renovarlo pero sin duda es una compra a la que debemos dedicar todo el tiempo que precise, ya que un sofá incómodo puede amargarnos el tiempo de ocio. Hay que escoger un mueble que combine con el resto de la sala dónde va a ir situado y que se adapte también al estilo de vida de las personas que lo van a utilizar. Si hay niños o animales en la casa hay que tenerlo en cuenta. Es absurdo comprar para la sala de estar un sofá delicado, o de un color muy claro por bonito que sea, si nuestro perro va a subirse encima y lo va a enganchar o los niños van a dejar sus huellas por toda la tela.

Qué hay que tener en cuenta cuándo compramos un sofá

- Como hemos dicho, la decoración del espacio en el que va a ir situado es fundamental. Pero ten en cuenta que un sofá suele ser una compra para mucho tiempo, no es un mueble que se renueve cada año. Si tienes pensado cambiar otros muebles más adelante es preferible que escojas uno de colores lisos, fácilmente combinables con cualquier otra pieza que pongas en la sala. - Recuerda que la casa es para vivirla y en el sofá es dónde se suelen pasar mayores ratos de ocio. No dudes en sentarte y probarlo. Que recoja bien los riñones, poder recostar ligeramente el respaldo o que tenga un chaise longue puede parecerte que no es importante, pero son detalles que una vez que pruebas agradeces mucho. - Mide la estancia y el lugar dónde va a ir el sofá. Te sorprenderías de lo que puede engañar un mueble visto en el amplio espacio de una tienda. Las dimensiones a simple vista nos pueden engañar, pero si llevamos todo medido, sabremos si cabe en el lugar dónde queremos que encaje o si resulta demasiado grande o pequeño. - Un sofá demasiado grande puede dificultar la movilidad en la habitación. Aunque parezca obvio asegúrate de que dejas suficiente espacio para abrir y cerrar la puerta con holgura. - Si no tienes dormitorio de invitados y quieres recibir a gente puedes plantearte comprar un sofá cama. No suelen ser tan cómodos como otros modelos más ergonómicos pero si escoges con cuidado puedes encontrar algunos con muy buen acabado.