Decoración DIY

Enviado por Interdigital el Sáb, 12/08/2017 - 03:45
Las siglas DIY, para el que no lo sepa, corresponden a la frase inglesa Do It Yoursef, o sea, “hazlo tú mismo”, y es la práctica de fabricar, reparar o reutilizar materiales y productos cotidianos. Y en estas fechas tan navideñas, o sea, tan consumistas, nunca está demás aprender algún que otro truco para decorar nuestra casa con piezas fabricadas por nosotros mismos. En principio, es difícil imaginar que una mesa fabricada con un palet pueda encajar en cualquier ambiente, pero no hay más que echar un vistazo en la web para ver la cantidad de posibilidades distintas que ya existen. Con o sin cajones, más o menos elaborado, con un poco de pintura e imaginación puedes obtener grandes resultados.

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Las botellas de cristal ofrecen todo un mundo de posibilidades para decorar nuestro hogar. Pueden convertirse en soportes de lámparas de mesa haciéndoles un pequeño agujero en la parte baja para el cable, o en juegos de copas simplemente cortándolas y matándoles los bordes de la forma adecuada, algo mucho más fácil de hacer de lo que parece. Y hay una gran variedad de botellas a nuestra disposición…

El talento creativo es aquí más importante que otra cosa

El mundo de los adornos de pared es sin duda el que más posibilidades ofrece. Casi cualquier material es susceptible de ser utilizado como adorno, y casi cualquier objeto puede ser reconvertido dándole un aire nuevo. Simples abridores pintados y atados en hileras pueden dar un toque alegre a una pared vacía. Sin embargo, los papeles y las telas son los elementos preferidos de los aficionados a la autodecoración. Hay ciertos objetos que tienen un gran encanto en sí mismos, y sólo es necesario saber resaltarlo y utilizarlo. Estoy pensando en la reconversión de cajas y maletas en armarios o cajoneras, o en el uso de máquinas de escribir por su mero valor decorativo, o en la reutilización de mapas y planos usados como papel de pared. A casi cualquier cosa puede sacársele un gran partido. El DIY nos ofrece al mismo tiempo tres opciones: ahorrar dinero, aprender cosas nuevas y además entretenernos. Y lo más importante, explorar nuestra creatividad y conseguir grandes satisfacciones con actividades que tal vez no hemos hecho nunca. Es la oportunidad para que ellos tejan y ellas bricoleen, y la mejor ocasión para hacer cosas en familia. Eso sí que es navideño, y no ir al centro comercial…