Otra vez, como cada año
en estas fechas taaan entrañables, la Reina y yo… Ah, no, perdón... Ese es otro tópico navideño que de momento vamos a dejar para otro día. Pero sí, voy a ser el primero al que podéis llamar plasta: vamos a hablar de decoración navideña de tendencia para nuestros hogares. Una idea repetitiva, sin duda, pero de la que resulta difícil escapar…
Todos conocemos los elementos básicos y clásicos de la decoración navideña, así como los objetivos a conseguir, plasmado en unos cuantos adjetivos calificativos tirando a rancios: “hogareño”, “cálido” o “entrañable” son las características que al parecer buscamos plasmar impepinablemente en nuestra casa en Navidad. En los últimos años también se ha enganchado con mucho éxito a la ristra lo de “por poco dinero, en estos
tiempos de crisis que corren…”
Como iba diciendo,
debemos centrarnos en un puñado de cosas. La primera y fundamental, NO colocar un Papá Noel en la ventana. Por favor. Si tienes uno de otros años, deshazte de él en silencio (si quemarlo te da reparo, tíralo al container) y bórralo para siempre de tu memoria. Esto de NO colocar un Papá Noel en la ventana es muy importante. En serio.
En serio, por favor, NO pongas un Papá Noel en tu ventana…
La segunda es casi tan importante como lo anterior:
el árbol de navidad. Esto sí lo puedes reciclar de otros años. Parece ser que este año, aunque bolas doradas y lazos rojos nunca pasan de moda, se llevan elementos más variados y desenfadados, como figuritas, elementos naturales (musgos, ramitas), algún dulce colorido y pequeños toques artesanos como serpentinas hechas a mano.
Lo demás son accesorios, pero sin duda imprescindibles si eso de la sobriedad no va con nosotros. Está el belén, las guirnaldas, los calcetines en la chimenea (que la ausencia de chimenea no sea un obstáculo para tí). En teoría, el objetivo es crear combinaciones armoniosas de motivos y colores; aunque lo que suele pasar es que la combinación desaforada de restos de años anteriores, cada uno de un padre, crea espectáculos bazarescos. Cuidado.
Seguro que ya os han entrado ganas de poneros a decorar como locos. Bueno, y si no ha sido así, a lo mejor no pasa nada porque un año de estos nos saltemos el ritual y dejemos las cosas tal y como están el resto del año.
No sé si me explico. Y espero que lo más importante haya quedado claro: nunca, bajo ningún concepto, pongas un Papá Noel colgado de tu ventana.