Es solo escribir el título, y una paz invade mi escritorio y me lleva hacia la costa mediterránea. Llena de olores de verduras a la brasa, pescaito y sol, pero sobre todo lleno de azul, de diferentes gamas, creando un océano infinito.
Y es que pocos colores son tan veraniegos como el azul. Ya que además de un recuerdo continuo del agua, es el color frío más representativo, perfecto para dar esa sensación de frescura necesaria para refrescar nuestras viviendas, como ya os habréis fijado en muchas casas de playa.
En el post de hoy os invito a incorporar este color, en cualquiera de sus tonalidades a sillas y butacones. Para dejar al verano acomodarse en vuestras casas y en vuestras vidas durante un tiempo. Pues ya sabes que es tan fácil como volver a pintar cuando te canses.
Dicho esto, ¡queda inaugurada la temporada de verano en nuestras vidas!
Unas viejas amigas, comedor Thonet
Hoy se quedan a comer unas viejas amigas, ya conocidas por vosotros. Las sillas thonet nº14. Como hemos visto otras veces, estas sillas admiten cualquier tipo de color ajustándose a todos los tipos de diseños que queramos darle a nuestra casa.
En este caso se les ha otorgado un tono de azul, que aquí en la Mancha conocemos como “azulete”. Para la mesa de este comedor tan potente se puede utilizar otro tono más oscuro, como azulón o azul oscuro. Este hace que la mesa pese y que no se necesite ningún color más en esta sala blanca, conservando la pureza y la frescura.
Restaurar sillas de jardín
Si lo que buscas es potenciar aún más esta sensación de verano, prueba incorporando en tu salón alguna silla de hierro típicas de los años 60 en los jardines y terrazas. Puedes buscarlas en antiguos mercadillos o rastros.
Para recuperarlas solo tendrás que lijar para quitar la pintura antigua, limpiar el óxido, coger una pintura, en este caso azul ceniza antioxidante y ponerte manos a la obra. Dale mayor comodidad añadiendo algunos cojines con estampados divertidos.
¿El azul puede ser cálido?
Si te preocupa que tu salón quede demasiado frío en los meses de invierno, te proponemos que incorpores sillas y butacones algo más victorianos. Además conseguiréis darle mucha presencia y un toque más clásico.
En este caso les secreto para conservar el color azul como protagonista y que no resulte muy frío es incorporando telas y texturas. Así pues, podéis tapizado estos asientos en un terciopelo o alguna clase de cuero sintético azul. Lo que le hará ser cálido.