Si durante la Navidad se adorna la casa y todo se llena de buenos deseos, ¿por qué no hacer lo mismo en San Valentín? Aprovechemos para que en estas fechas en las que el invierno comienza a hacerse ya demasiado largo, un toque de color y de alegría entre en nuestras casas.
Como decía la canción, el amor está en el aire y por aquí podemos empezar a introducir pequeños cambios. Pon en la entrada unas velas aromáticas en forma de corazón para que todo el que entre quede impregnado por el espíritu del amor nada más poner un pie en tu casa.