
Todos los decoradores de interiores coinciden en la importancia del suelo en la decoración ya que marcarán el estilo de la casa. Dependiendo del material utilizado, la casa será cálida, fría, funcional, elegante, informal, silenciosa, cómoda, cálida... por eso debemos pensar, ante todo, qué material queremos emplear para vestir suelos: madera, cerámica, caucho, linóleo, granito, tejido... Y luego la variedad concreta dentro de cada uno de ellos.
Es esencial que también valoremos si toda la casa va a tener el mismo suelo o si vamos a matizar en cada habitación no sólo por la personalidad de la estancia en sí (habitación de los niños, dormitorio principal, por ejemplo) sino por su función (puede que no sea buena idea que el suelo del baño sea de madera o el de la habitación de los niños de fría cerámica).
Otra de las cosas que se debe tener en cuenta es que, aunque difieran en cada estancia, deberá haber una armonía entre ellos y con el resto del hogar, un estilo concreto, que será marcado tanto por el material como por el color del mismo.
Parece demasiado complicado, ¿verdad? No lo es. Simplemente debes seguir una serie de factores clave y, una vez aclarados, ir matizando para que se adapten a tu gusto personal.

Aislamiento
Este factor no es muy tomado en cuenta y es importantísimo, ya sea el aislamiento térmico como el acústico.
Térmico: se calcula que más del 30% del calor de una casa se pierde por el suelo. Esta pérdida de calor puede ocurrir por muchas razones: suelos en contacto directo con el suelo, sobre cámara ventilada, materiales fríos, etc. Es esencial, ante todo, que el suelo esté bien aislado; así como escoger un material que,de por sí, sea cálido como la madera, corcho, moqueta.Un suelo que presente una buena calidad aislante nos supondrá un increíble ahorro de dinero, sobre todo en estos tiempo que corren en las que la electricidad se ha puesto por las nubes.
Ésto no es aplicable, claro está, a los hogares que están en lugares de temperaturas altas y son muy calurosos, ya que en este caso es recomendable utilizar suelos que sean frescos para no tener que poner el aire acondicionado a tope.
Acústico: no es una tontería tampoco; hay materiales que amplifican los ruidos y convierten nuestras casas en un lugar incómodo en el que reverberan ecos de golpes, taconazos, música alta, conversaciones indiscretas...
Las maderas duras como el haya y el roble son silenciosas, si bien necesitan aislante debajo; las baldosas son muy ruidosas así como el resto de los materiales rígidos. Si queremos reducir las vibraciones, son mejores los blandos o semiblandos como moquetas, caucho, vinilo... y si no estamos dispuestos a soportar sus defectos, es tan sencillo como cubrir los suelos con alfombras que amortiguarán los golpes y asilarán del frío.
En la siguiente entrada os daré más consejos para vestir el suelo de vuestro hogar: os espero.
Factores claves en la elección de un suelo
