No podía ser de otra manera, había que tratar el tema del Carnaval, esa fiesta que tanto me gusta por lo que tiene (o tenía) de transgresora y subversiva, por lo divertida y desinhibida que resulta. Si queremos hacer algo para conmemorarla, una fiesta, por ejemplo, debemos intentar estar a la altura y recoger todos los aspectos que le son propios en cuanto a decoración, música y un largo etcétera.
Preparémonos pues para una fiesta en casa. Lo primero va a ser retirar todo lo que sentiríamos en el alma que pueda romperse o estropearse, y creamos que tiene alguna posibilidad. No se trata de anular el estilo de nuestra casa ni dejar la sala echa un descampado, sólo informo de los riesgos que se asumen; para evaluarlos también debemos tener en cuenta a cuánta gente se espera…
Una fiesta que se precie de serlo cuenta con tres elementos primordiales: la decoración, la música y la comida. Lo tercero es lo más sencillo, pues en este tipo de fiestas carnavalescas no se espera gran cosa, aparte de ganchitos, frutos secos y un buen surtido de bebidas variadas; aunque siempre conviene tener algo dulce a mano para añadir.
Una fiesta que se precie de serlo cuenta con tres elementos primordiales: la decoración, la música y la comida. Lo tercero es lo más sencillo, pues en este tipo de fiestas carnavalescas no se espera gran cosa, aparte de ganchitos, frutos secos y un buen surtido de bebidas variadas; aunque siempre conviene tener algo dulce a mano para añadir.