Seguro que al ver el título de este artículo a más de uno y de una se le ha venido a la cabeza la voz de su madre o de su abuela avisándole de que no se abren las alacenas delante de los invitados.
En muchas casas esto era una costumbre que supongo que trataba de evitar que los vecinos supieran que se tenía o no se tenía en casa y pudieran comentar en los corrillos. Sin embargo con los años las costumbres cambian y ahora una de las tendencias que vienen pegando fuerte es la de las alacenas abiertas.
Cocinas en las que nada se esconde y todo se muestra ya sea para una mayor comodidad o para un mejor lucimiento de vajillas y cristalerías.